El 80% de lo que expresamos es gracias al lenguaje corporal, es decir nuestra manera de caminar, movernos, gesticular determina lo que los demás van a percibir sobre nuestros estados de ánimo en cada punto, en cada frase del partido.
Por tanto, mi manera de entrar a la pista, de mirar a mi rival, de lanzar la primera bola en el calentamiento, encarar el inicio de cada jugada, dirigirme hacia la silla después de cada juego van a conseguir que me enfrente a cada punto con mayor confianza; si mi lenguaje corporal es positivo y denota confianza y optimismo, sin duda, yo podré afrontar en las mejores condiciones cada una de las acciones y decisiones que deba tomar durante un partido de tenis.
En definitiva nuestro lenguaje corporal será una parte más para el camino a la excelencia deportiva, una manera más de expresar que la competición es un reto que me divierte, me motiva y encarar la mayor de las predisposiciones mentales corporales y emocionales.